En la costa sur de Francia, hay una ciudad idílica que ha acogido a visitantes tan famosos como Napoleón III y Coco Chanel, pero también es un paraíso para los surfistas. Esta cautivadora anomalía no es otra que Biarritz.
Imagine paisajes impresionantes, un rico tapiz cultural y el aroma de la cocina tradicional vasca flotando en el aire. Este popular destino vacacional, perfectamente ubicado a lo largo de la costa atlántica, es la puerta de entrada a los pueblos del País Vasco, tesoros como Guéthary, Anglet, Bidart y Arcangues.
Biarritz desprende un encanto del viejo mundo, que se siente íntimamente en los frontones de la ciudad y se experimenta mientras se teje entre los barcos pesqueros de madera amarrados en Guéthary.
La artesanía es una tradición consagrada en esta región: se valora el proceso artesanal de confección de makilas y se defiende a los productores centenarios de lino. Los lectores podrán venir inicialmente en busca de las olas en euskera de Biarritz, pero se quedarán en busca del alma.